Hace pocos días se conocía que 200.000 fotos y vídeos compartidos a
través del servicio de mensajería Snapchat habían sido robados.
Cualquiera puede hoy descargar esas imágenes. El caso no es uno más
entre la montaña de informaciones sobre violaciones de la privacidad en
Internet, pues en algunas de estas imágenes se ven escenas de sexo
captadas por los usuarios.
El anonimato de las víctimas del snappening, que es como se ha
llamado a este robo de datos, demuestra que no solo un personaje famoso
puede ser víctima de una grave intromisión en su privacidad. También
siembra dudas sobre servicios que son percibidos por el usuario como
seguros, pues Snapchat debe su éxito a una función creada para evitar
que el destinatario de una imagen pueda almacenarla y difundirla: la
foto o el vídeo sólo aparece en la pantalla del móvil un máximo de 10
segundos.
¿Estamos condenados a vivir en un estado de inseguridad permanente al
usar servicios de Internet? La respuesta a esta duda que algunos se
plantean parece ser negativa. Al menos si hacemos caso a lo que contaba
Edward Snowden en una entrevista publicada por New Yorker.
En ella, este antiguo empleado de la CIA desaconsejaba el uso de
Facebook, Dropbox y las diferentes herramientas de Google. También
señaló que la última versión del sistema operativo móvil de Apple, iOS
8, no es inmune a las intrusiones a pesar de que ha aumentado su seguridad.
Solo el tiempo dirá si la privacidad comienza a ser un valor a tener en
cuenta sobre otras funciones por parte de los usuarios y las empresas
que desarrollan servicios en Internet. Pero lo que sí parece claro es
que cada vez habrá más opciones para mantener un nivel de privacidad
óptimo sin renunciar a usar toda clase de servicios en la red. Aunque
probablemente esto no será gratis.
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